El concepto desarrollo sostenible se considera en ocasiones un oxímoron, puesto que según algunas personas contiene dos palabras de significado opuesto. Resulta interesante observar a este respecto la aparición y consiguiente evolución del concepto de sostenibilidad, tal y como se está usando hoy en día, que surgió en 1987 en el Informe de Naciones Unidas “Nuestro Futuro Común”. Y ya en entonces se resaltó que la sostenibilidad es una realidad que debemos tener en cuenta por haber surgido de una paradoja. Una paradoja que no fue tal, una paradoja que se fue destilando con el tiempo a raíz de un paradigma que había ocupado su lugar en la mente y en las acciones de las personas en todo el planeta, pero que no resultó ser adecuado.
El paradigma en cuestión fue la teoría que el desarrollo económico global iba a conllevar bienestar y progreso social global. Algo que con el tiempo se fue viendo que no era así. Si bien ha habido avances, seguimos conviviendo con desigualdades y, lo que es más importante, se detectó que el desarrollo económico además trajo consecuencias negativas para el planeta, acelerando el deterioro de diferentes aspectos medioambientales que proporcionaban a la especie humana un entorno saludable.
Parece que ya nos estamos dando cuenta de esta paradoja que nos rodea y vamos buscando soluciones para contrarrestar tanto los efectos negativos sobre nuestro medio ambiente, como intentar mejorar las igualdades sociales.
Pero curiosamente, bueno o quizá no tan curiosamente, las soluciones que encontramos siguen teniendo ciertas carencias. Y digo no tan curiosamente porque, en cierta manera, cuando nos ponemos manos a la obra, elaboramos y establecemos procesos y soluciones, es imposible tener en cuenta todos los posibles efectos colaterales.
Este dilema al que nos enfrentamos diariamente en este momento, de que soluciones no sean soluciones finales a la problemática que nos rodea, para mí al final es parte de un proceso. Un proceso de evaluación constante y de aprendizaje de experiencias, que vamos integrando con el fin de poder ampliar nuestra perspectiva y de ser capaces de integrar más variables y más elementos en nuestras soluciones para convertirlas en soluciones integrales.
El hecho de reconocer que el concepto de desarrollo sostenible es un oxímoron no tiene que ser un problema, más bien lo considero parte de la solución. Por un lado, las palabras que configuran ese concepto no dejan de ser palabras, palabras que hemos creado y que hemos definido y explicamos de una forma. Eso no quiere decir que las definiciones y explicaciones a las realidades que nos rodean no puedan ser flexibles, ya que considero que podemos aprovechar la arbitrariedad de algunos conceptos para encontrar una definición que sea capaz de acercar estas dos palabras. Por otro lado, podemos mantener el oxímoron y tenerlo presente para ayudarnos a cuestionar nuestras acciones y soluciones, tener presente las paradojas y los dilemas que nos rodean para ser más conscientes de posibles efectos colaterales de nuestras decisiones.
Convivir con este dilema constante significa, para mí, que nos vamos a mover entre situaciones que nos causan cierta tensión y malestar, que es importante que reconozcamos y tengamos en cuenta para poder, por un lado, volver a una sensación de equilibrio, a un bienestar emocional personal y, por otro lado, seguir en esta senda del desarrollo sostenible que tiene estas características que hacen emerger las paradojas en nuestras vidas.
En su ensayo de las 12 palancas principales para influir en un sistema, Donella Meadows argumenta que el efecto palanca más potente es trascender los paradigmas. Darnos cuenta de que no hay paradigmas que valgan es, en cierta manera, un gran dilema para un ser humano que busca darle sentido al mundo, entenderlo y navegar en él con cierto sentido de seguridad.
Los momentos que estamos viviendo nos tambalean constantemente y me parece interesante que sean estos los momentos que acompañen esta mayor conciencia hacia la necesidad de un desarrollo sostenible. Espero que no nos tambaleen demasiado, que consigamos volver a sentir la tierra bajo nuestros pies para seguir andando con más seguridad, pero considero que será necesario que lo hagamos desde otros modelos mentales, otros paradigmas. Entiendo que llegar a trascender paradigmas es complejo y yo no me veo capaz de llegar a ese estado, pero hay una palanca solo un paso por debajo, según Meadows, que es la de analizar y cuestionar constantemente nuestros propios paradigmas y sumergirnos en la humildad de no saber.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Ensayo de Donella Meadows (en inglés)
Artículo escrito para la Revista digital Con la A, nº 84 noviembre 2022, https://conlaa.com/de-oximoron-paradojas-y-dilemas/ | Imagen de Aaron Burden en Unsplash